Se manifiesta por la presencia espontánea de un bulto duro, generalmente no doloroso en el testículo que condiciona la necesidad de realizar una ecografía escrotal y una determinación de marcadores tumorales en sangre con muy alta sensibilidad respecto al diagnóstico.
Es muy infrecuente la presencia de síntomas asociados al cáncer de testículo, por lo que la aparición de una masa en el testículo obliga a una atención médica urgente por un especialista en urología.
En la mayoría de los casos el diagnóstico, y por tanto el tratamiento, se realiza de manera precoz, por lo que las posibilidades de curación son muy altas.