Litiasis renal o cálculos/piedras en el riñón: síntomas, tratamientos y prevención

Se estima que aproximadamente el 12% de la población mundial sufre de litiasis renal en algún momento de su vida. Esta cifra puede ser más alta en ciertas áreas geográficas, como el «cinturón de piedras» en el sureste de los Estados Unidos, donde la prevalencia puede alcanzar hasta el 20%.

Es importante tener en cuenta que la incidencia de la litiasis renal ha ido en aumento en las últimas décadas, posiblemente debido a cambios en la dieta y el estilo de vida. Además, los cálculos renales pueden afectar a personas de todas las edades, aunque son más comunes en adultos jóvenes.

¿Qué es la litiasis renal?

Las litiasis renales, también conocidas como cálculos renales o piedras en el riñón, son formaciones sólidas que se desarrollan en los riñones a partir de sustancias presentes en la orina. Estas sustancias pueden incluir calcio, oxalato, ácido úrico, fosfato y otros compuestos.

Cuando la concentración de estas sustancias en la orina es alta, pueden cristalizarse y formar pequeños depósitos sólidos en los riñones. Con el tiempo, estos depósitos pueden crecer y convertirse en cálculos renales de mayor tamaño. Estas piedras pueden variar en tamaño, desde granos de arena hasta piedras más grandes del tamaño de una pelota de golf.

Los cálculos renales pueden causar dolor intenso y otros síntomas cuando se desplazan desde los riñones hacia los uréteres, los tubos que conectan los riñones con la vejiga. Dependiendo del tamaño y la ubicación de los cálculos, pueden causar obstrucción parcial o completa del flujo de orina, lo que resulta en síntomas como dolor lumbar o abdominal, sangre en la orina, micción frecuente y dolorosa, náuseas y vómitos.

El tratamiento de los cálculos renales puede variar según el tamaño y la ubicación de las piedras. En algunos casos, los cálculos pequeños pueden pasar por sí solos con la ayuda de la hidratación y medicamentos para controlar el dolor. Para cálculos más grandes o que no pueden ser eliminados de forma natural, pueden ser necesarios tratamientos adicionales, como la litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC), la ureteroscopia o la cirugía abierta.

Causas de la litiasis renal. Factores de riesgo de padecer litiasis renal

La formación de cálculos renales, o litiasis renal, puede ser causada por diversos factores. La composición química de los cálculos puede variar, lo que influye en las causas subyacentes. Aquí se mencionan algunas de las causas más comunes:

  1. Desequilibrios en la concentración de sustancias en la orina: Los cálculos renales pueden formarse cuando hay desequilibrios en la concentración de ciertas sustancias en la orina, como calcio, oxalato, ácido úrico o fosfato. Si estas sustancias se encuentran en niveles elevados, pueden cristalizar y formar piedras en los riñones.
  2. Factores dietéticos: La dieta juega un papel importante en la formación de cálculos renales. El consumo excesivo de alimentos ricos en oxalato, como espinacas, remolachas, chocolate, frutos secos y algunas frutas, puede aumentar el riesgo de desarrollar cálculos de oxalato de calcio. Además, una dieta alta en sodio y baja en líquidos puede contribuir a la formación de piedras.
  3. Factores genéticos: Existe evidencia de que la predisposición genética puede aumentar la probabilidad de desarrollar litiasis renal. Algunas personas pueden heredar una mayor tendencia a producir sustancias que se cristalizan y forman cálculos en los riñones.
  4. Condiciones médicas subyacentes: Algunas condiciones médicas pueden aumentar el riesgo de desarrollar cálculos renales. Entre ellas se incluyen la hiperparatiroidismo, la enfermedad renal crónica, la obesidad, la gota enfermedades inflamatorias intestinales y ciertas enfermedades del tracto urinario que interfieren con el flujo normal de orina.
  5. Factores ambientales y estilo de vida: La deshidratación crónica, el clima caliente y la falta de consumo adecuado de líquidos pueden contribuir a la formación de cálculos renales. Asimismo, ciertos medicamentos, como los diuréticos y los antirretrovirales, pueden aumentar el riesgo de desarrollar litiasis renal en algunas personas.

Es importante destacar que cada caso de litiasis renal puede ser único y estar influenciado por una combinación de factores.

Síntomas de la litiasis renal o cálculos en los riñones

Los síntomas de las litiasis renales pueden variar en intensidad y presentación, dependiendo del tamaño y la ubicación de los cálculos, así como de la respuesta individual de cada persona. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  1. Dolor intenso en la espalda o costado: El síntoma más característico de los cálculos renales es el dolor agudo y punzante que se experimenta en la espalda o en el costado, en la zona donde se encuentran los riñones. Este dolor, conocido como cólico renal, puede ser muy intenso y fluctuar en intensidad. Puede irradiarse hacia el abdomen o hacia la ingle.
  2. Cambios en la micción: Los cálculos renales pueden provocar cambios en la micción, como aumento de la frecuencia urinaria o necesidad urgente de orinar. Además, puede haber presencia de sangre en la orina (hematuria), lo que puede darle un color rosado, rojizo o marrón.
  3. Malestar general: Algunas personas con litiasis renal pueden experimentar malestar general, náuseas o vómitos.
  4. Dificultad para encontrar una posición cómoda: El dolor intenso causado por los cálculos renales puede dificultar encontrar una posición cómoda. Algunas personas pueden sentir la necesidad de moverse constantemente para aliviar el dolor.

Es importante tener en cuenta que no todas las personas experimentan síntomas evidentes. Algunas piedras más pequeñas pueden pasar desapercibidas y eliminarse sin causar síntomas significativos. Si aparece fiebre o escalofríos, puede que exista una infección asociada por lo que es de vital importancia contactar con su urólogo de inmediato o acudir a urgencias dado que existe el riesgo de llevar el paciente a una situación clínica grave.

Cabe destacar que los síntomas de la litiasis renal pueden ser similares a los de otras condiciones médicas, como infecciones urinarias o apendicitis por lo que la valoración de un especialista es fundamental para llegar a un correcto diagnostico.

¿Cómo se diagnostica la litiasis?

El diagnóstico de la litiasis renal generalmente se realiza mediante una combinación de evaluación clínica, pruebas de imagen y análisis de laboratorio. Los métodos más comunes utilizados para diagnosticar la litiasis renal son:

  1. Historia clínica y examen físico: El médico recopilará información sobre tus síntomas, antecedentes médicos y familiares, así como realizará un examen físico.
  2. Análisis de orina: Un análisis de orina puede ayudar a identificar la presencia de sangre en la orina (hematuria) y signos de infección urinaria.
  3. Pruebas de imagen:
    • Radiografía simple de abdomen: Las radiografías pueden detectar la presencia de cálculos renales densos en el área renal. Sin embargo, algunos cálculos pueden no ser visibles en una radiografía simple, especialmente aquellos compuestos por ácido úrico.
    • Ecografía renal: La ecografía evalúa los riñones, la vejiga y las vías urinarias. Puede ayudar a identificar la presencia de cálculos renales, aunque su capacidad para detectar cálculos más pequeños o en uréter medio es limitada.
    • Tomografía computarizada (TC): La TC es una técnica de imagen más precisa y comúnmente utilizada para diagnosticar la litiasis renal. Permite visualizar los cálculos renales de manera detallada, determinar su tamaño, ubicación, su posible composición y cantidad, así como evaluar posibles complicaciones asociadas.
  1. Análisis químico de los cálculos: Si se extrae un cálculo renal, es posible realizar un análisis químico para determinar su composición química. Esto puede ayudar a guiar el tratamiento y prevenir futuras recurrencias.

Tratamientos para la litiasis (Los que se realicen en Ramírez Urología)

El tratamiento de la litiasis renal depende de varios factores, como el tamaño y la ubicación de los cálculos, la gravedad de los síntomas, la presencia de complicaciones y las características individuales del paciente. Los tratamientos comunes utilizados para la litiasis renal son:

  1. Observación y manejo conservador: Si los cálculos renales son pequeños y no causan síntomas graves, es posible optar por una estrategia de observación y manejo conservador. Esto implica beber mucha agua para promover la eliminación espontánea de los cálculos a través de la orina. Se puede recomendar cambios en la dieta y la ingesta de medicamentos para aliviar los síntomas y prevenir la formación de nuevos cálculos.
  2. Medicamentos: Algunos medicamentos pueden ser recetados para ayudar a tratar la litiasis renal. Por ejemplo, los medicamentos alfa-bloqueantes pueden relajar los músculos del tracto urinario y facilitar el paso de los cálculos o algunos fármacos ayudan a cambiar el pH de la orina favoreciendo la disolución de algunos tipos de cálculos.
  3. Litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC): Este procedimiento no invasivo utiliza ondas de choque de alta energía para romper los cálculos renales en fragmentos más pequeños, que luego pueden eliminarse de forma natural a través de la orina. La LEOC se realiza generalmente bajo sedación y se utiliza principalmente para cálculos de tamaño pequeño a mediano.
  4. Ureteroscopia tanto rígida como flexible: Consiste en el acceso al cálculo tanto a nivel del riñón como el uréter, a través de los orificios urinarios naturales, mediante un instrumento llamado ureteroscopio que puede ser rígido o flexible. Posteriormente se realiza la extracción o fragmentación del cálculo con láser.
  5. La nefrolitotomía percutánea endoscópica: A través de la creación de un trayecto desde la piel hasta el riñón se introduce un nefroscopio que nos permite fragmentar la litiasis con láser y extraer los fragmentos litiásicos.
  6. Cirugía: En casos más complejos o cuando otros tratamientos no son viables, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. La cirugía abierta para la litiasis renal es menos común en la actualidad, pero aún puede ser necesaria en ciertos casos.

¿Cómo prevenir los cálculos en el riñón?

Para prevenir la formación de cálculos renales, se pueden tomar medidas y adoptar hábitos saludables.  Estas son algunas recomendaciones generales para la prevención de los cálculos renales:

  1. Beber suficiente agua: Mantener una adecuada hidratación es fundamental para diluir la concentración de sustancias en la orina y prevenir la formación de cálculos. Se recomienda beber al menos 2-3 litros de agua al día, a menos que exista alguna contraindicación médica.
  2. Modificar la dieta: Algunos cambios en la dieta pueden ayudar a prevenir la formación de cálculos renales, especialmente si se ha identificado la composición química específica de los cálculos. Estas recomendaciones pueden variar dependiendo del tipo de cálculo, pero en general se sugiere:
    • Limitar el consumo de alimentos ricos en oxalato, como espinacas, remolachas, chocolate, frutos secos y algunas frutas.
    • Moderar la ingesta de sal y alimentos procesados que contengan sodio.
    • Consumir cantidades adecuadas de calcio, preferentemente a través de fuentes alimentarias.
    • Limitar el consumo de proteínas de origen animal, especialmente las de origen animal de alta purina, que pueden aumentar el nivel de ácido úrico en la orina.
  3. Mantener un peso saludable: La obesidad está asociada con un mayor riesgo de desarrollar cálculos renales. Mantener un peso saludable a través de una dieta equilibrada y ejercicio regular puede reducir el riesgo.
  4. Controlar condiciones médicas subyacentes: Si tienes condiciones médicas como hiperparatiroidismo, enfermedad renal crónica o gota, es importante seguir las indicaciones y tratamientos recomendados el especialista para controlar adecuadamente estas condiciones y reducir el riesgo de formación de cálculos.

Centro de urología especializado en litiasis renal

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