¿Quién es más propenso a padecer infecciones urinarias (hombre, mujer, rango de edad…)?
Se podría decir que las infecciones urinarias son más frecuentes en mujeres, pero más graves en los hombres.
Doctora Patricia Ramírez.
En general las mujeres son más propensas a sufrir infecciones urinarias, y esto se debe principalmente a la anatomía de la mujer. Al final la uretra de la mujer es mucho más corta que la del varón y esto hace que los gérmenes que producen las infecciones urinarias están en nuestro área perineal y en el caso de las mujeres tienen muy poco recorrido para entrar en la vejiga.
Las infecciones son muy frecuentes en mujeres jóvenes que tienen relaciones sexuales, puesto que en estas relaciones sexuales se produce un traspaso de estas bacterias que están en nuestro área perineal al interior de la vejiga.
Siempre le comento a mis pacientes que existen dos circunstancias cuando estas bacterias entran en la vejiga: una en la que el germen está en una situación no propensa para generar una infección, pues que sea una vejiga sana, con un epitelio sano, o dos, que las bacterias encuentren una vejiga donde pueda producirse una infección, como puede ser el caso de pacientes que tienen infecciones urinarias de repetición, que no se las tratan bien y que siguen manteniendo relaciones sexuales y se vuelven a reinfectar. Y que ocurre? Que la capa protectora que genera el epitelio se despermeabiliza, es decir, esos puentes que unen las células se abren y favorecen el paso de esas bacterias, se peguen, y generen infección. Entonces entramos en un círculo vicioso, que es lo que pasa muchísimas veces, con las chicas jóvenes, que yo lo veo todos los días.
¿Qué hay que hacer en esos casos?
Regenerar ese urotelio para que se vea fuerte a la hora de defenderse frente a esas infecciones urinarias.
Por eso es importante acudir al urólogo. Tener infecciones urinarias puede llegar a alterar la calidad de vida. Las infecciones de orina conllevan muchísimas cosas: además de tener que tomar tanto antibiótico, el dolor, la molestia… hay que darse cuenta que no siempre puedes ir a orinar cada 5 minutos, y si lo haces puede derivar en un episodio de incontinencia de urgencia, con el consiguiente malestar social…
Las mujeres jóvenes tienden a pensar que la solución está en tomar una y otra vez antibióticos, pero eso no es así. Normalmente se consulta con el médico de cabecera, que te ve como un estándar, pero no dispone de datos suficientes para ofrecer un tratamiento adecuado, y lo que se suele hacer es recetar un monurol, que para una infección urinaria puntual y típica puede valer, pero no para el caso de una paciente que tenga infecciones urinarias de repetición.
El otro pico importante de edad donde encontramos más casos de infecciones urinarias son la mujeres con la menopausia, principalmente por las alteraciones hormonales y el trofismo vaginal.
En la menopausia, con la bajada de estrógenos en sangre, se produce una esclerosis del área genital, de la vagina y de la horquilla vulvar, lo que produce un desequilibrio en el área bacteriana, también que se les acumulen secreciones, la orina…
También suelen sufrir más infecciones aquellas personas que tienen incontinencia urinaria.
Otro grupo de incidencia son los hombres a partir de los 60 años, que es cuando la próstata empieza a dar la lata. Aproximadamente a esa edad la próstata empieza a crecer y a obstruir los conductos, por lo que se pueden producir infecciones urinarias.
Y por último, están aquellas personas que por un deterioro cognitivo, ya sea por la edad o por alguna enfermedad neurológica, no controlan los esfínteres, tienen distintos tipos de incontinencia y todo ello favorece las infecciones. En estos últimos casos las medidas higiénico dietéticas son especialmente importantes.
¿Qué causas favorecen el padecimiento de las infecciones urinarias en las personas mayores y qué precauciones deben tomar para no contraerlas?
En las personas mayores hay que extremar las precauciones higiénico sanitarias. Por ejemplo, en los pacientes institucionalizados hay muchas infecciones urinarias porque se les pone a todos los pacientes pañal, lo necesiten o no, y eso es un caldo de cultivo para las infecciones. También puede pasar que se pasen muchas horas sin cambiarse el pañal, lo que genera también infecciones urinarias.
La gran mayoría de mujeres a partir de los 70 años sufren incontinencia urinaria, y eso favorece las infecciones. Porque la orina tiene bacterias que se quedan en el área genital, y por el uso de compresas, salvaslips, o pañales.
En hombres las infecciones urinarias también vienen derivadas de la hiperplasia benigna de próstata que es muy habitual a partir de los 50 años.
También es imprescindible seguir unas normas básicas higiénico-dietéticas para la prevención, que comentaremos más adelante.
Síntomas de las infecciones urinarias
- La disuria, que es el escozor a la hora de orinar.
- El aumento de la frecuencia, que es orinar muchas veces y con la sensación de no haber terminado de vaciar la vejiga.
- La hematuria que es el sangrado en la orina, y que nos debe hacer acudir cuanto antes al urólogo, porque puede estar motivado por causas más graves que una infección urinaria y debe tratarse siempre como signo de alarma y siempre debe ser valorado por un urólogo, para descartar que haya otra complicación.
- La urgencia, el deseo irrefrenable de ir cuanto antes al baño y la sensación de que no se va a llegar a tiempo.
- La incontinencia urinaria.
- Nicturia, levantarse frecuentemente por la noche para ir a orinar.
No siempre que tienes infecciones urinarias se tienen que dar todos estos síntomas, hay gente que cursa con una leve disuria y con un alto grado de frecuencia, por ejemplo. Lo que está claro es que cuando una persona note que algo no es normal es el momento de acudir al médico. No hay que esperar a tener hematuria para pedir cita con el urólogo.
Tratamientos y consejos ante una infección de orina
Hay algo importante que hay que saber, porque muchas veces empezamos mal. Mi opinión como uróloga es que, salvo casos puntuales, es fundamental realizar un cultivo.
¿Cuándo hacer un cultivo y cuando no es necesario?
No todas las infecciones urinarias requieren un urocultivo. ¿Es recomendable? – Sí. Pero no siempre es necesario.
Por ejemplo, un paciente sano, que tiene una infección de orina esporádica, por primera vez, o después de muchos años, no requiere un urocultivo. En ese caso el urólogo puede recetar un monurol (antibiótico), y puede ser que ese paciente no vuelva a tener otra infección hasta dentro de 10 años.
Pero esos pacientes que tienen, o bien factores de riesgo que las predisponen, o infecciones urinarias de repetición, esas personas tienen que tener un cultivo, porque ese cultivo nos va a aportar mucha información, vamos a saber cómo atajarlo, cómo controlarlo, si va a ser susceptible en un futuro de tener una vacuna o no, qué tipo de gérmenes existen… porque no es lo mismo tener un hongo, que una bacteria, y no es lo mismo una bacteria muy atípica, que tener una bacteria como el ecoli, que es el responsable de más del 90% de las infecciones de orina.
Luego es importante también hacer una buena anamnesis. Por ejemplo un paciente inmunosuprimido que sufra una cistitis sin más se le puede complicar y convertirse en una infección con sepsis urinaria que puede ser muy grave.
En los casos de prostatitis, por ejemplo, es recomendable hacer un cultivo, puesto que en muchos casos estos pacientes sufren infecciones urinarias, que también pueden derivar en sepsis urinarias.
Cuando se llega a tener una sepsis urinaria el tratamiento puede requerir hospitalización y antibióticos por vía intravenosa.
El consejo fundamental y la primera recomendación siempre es acudir a un especialista. El urólogo sabrá decirte si efectivamente tienes una infección urinaria, cuál es la bacteria protagonista de esa infección y cuál es el tratamiento más adecuado.
La forma más habitual para tratar una infección de orina es el uso de antibióticos, pero ojo, no todos los antibióticos valen. Lo primero que hará el urólogo será hacerte un cultivo para determinar cuál es la bacteria que te ha causado la infección urinaria y te mandará un antibiótico “ad hoc” para tu caso.
Las vacunas son útiles, pero sólo en casos seleccionados. Ahora mismo las vacunas se hacen personalizadas, con tu cultivo, por eso se llaman autovacunas. Porque están adaptadas a la bactería que tiene el paciente. La vacuna solo se utiliza cuando ya has tenido múltiples infecciones de repetición y múltiples tratamientos. Es un escalón más dentro de los tratamientos.
Es verdad que hay gente que después de la vacuna está fenomenal, y hay gente que este tipo de tratamiento no le va nada bien.
Suele irle bien a las personas que tienen infecciones urinarias de repetición por la misma bacteria, por ejemplo, un e-coli. Pero a la persona que tiene hoy un e-coli, mañana una cándida, al otro un elicobacter… A esas personas no les va bien, porque la vacuna está preparada en función de un cultivo con un resultado.
En definitiva, si se hace bien el tratamiento siguiendo las recomendaciones del urólogo, la tasa de curación es del 99% de los casos.
Medidas de prevención para evitar las infecciones de orina:
La prevención se basa sobre todo en medidas higienico-dietéticas.
Higiene:
- Evitar la retención de orina.
- Beber abundantes líquidos.
- Evitar el frío y la humedad.
- Aplicar calor local.
- Procurar una esmerada higiene perineal, sobre todo previamente a las relaciones sexuales y en el periodo menstrual.
- Evitar el estreñimiento.
- Consumir fármacos que dificultan la adherencia bacteriana a la pared vesical.
Cómo detectar las infecciones urinarias en mayores que tienen otras enfermedades como Alzheimer
El problema de las personas que sufren Alzheimer y cualquier otra enfermedad neurodegenerativa es que suelen tener episodios de incontinencia urinaria, que como ya sabemos favorece la aparición de infecciones, y además, en la mayoría de los casos no avisan de que han sufrido esas pérdidas y pueden pasar muchas horas con el área genital sucia y húmeda, lo que es caldo de cultivo para las infecciones urinarias.
En estos casos, mi recomendación para los cuidadores es extremar las medidas higiénicas. Es fundamental que el paciente se duche todos los días, aunque sea complicado, y cambiar el pañal o la ropa interior cuando se produzcan las pérdidas urinarias o fecales. En estos casos se les puede poner los suplementos alimenticios que favorecen la prevención de manera crónica.
Para detectar las posibles infecciones tendremos que estar pendientes de cuántas veces orinan, si lo hacen con mucha frecuencia, si refieren un dolor o escozor al orinar, si tienen sangre en la orina, y sobre todo si a todos esos síntomas se les asocia la fiebre.
Hay otras enfermedades en las que hay más propensión a sufrir infecciones urinarias, por ejemplo es el caso de los pacientes diabéticos, donde hay que controlar la diabetes a rajatabla para evitar la aparición de infecciones.
Los pacientes diabéticos no procesan la glucosa, por lo tanto esos azúcares se expulsan en la orina, con lo que la orina de los pacientes diabéticos es azucarada, es dulce. Una orina azucarada es un caldo de cultivo para las bacterias, que se nutren de la glucosa, por eso cuanto peor se controle la diabetes, más posibilidades tendrás de sufrir infecciones urinarias.
Vemos a muchos pacientes que vienen con la hemoglobina glicosilada, que es el marcador de control de la diabetes en valores alterados. La hemoglobina glicosilada es un parámetro que se extrae con una analítica de sangre y determina el control de glucemias en los últimos meses, es un patrón a largo plazo. Por lo tanto nos da muchas pistas sobre si ese paciente está controlando verdaderamente su enfermedad, porque no se puede trucar “portándose bien” en los últimos días.
Por este motivo, el primer tratamiento para una persona diabética pasa por tratar mejor su enfermedad.
Cómo saber si es una infección urinaria más o puede ser algo más grave: por repetición, duración…
Existen dos tipos de infecciones: complicadas y no complicadas. La infección no complicada se resume a: chica joven, sana, sin patologías, sin defectos estructurales ni anatómicas, que no esté embarazada…
Todo lo que vaya más allá, es una infección urinaria complicada. Por ejemplo, una prostatitis es una infección urinaria complicada, una pielonefritis es una infección urinaria complicada, una infección en una embarazada se considera una infección complicada…
Que sea complicada no quiere decir que requiera hospitalización, pero si es conveniente no retrasarse en el tratamiento y acudir cuanto antes al urólogo o al ginecólogo en caso de ser una mujer embarazada.
En el caso de las embarazadas es importante porque una infección urinaria que no se trata puede derivar en partos pre-término, infecciones que pasan al feto… tiene muchas complicaciones.
Todas las infecciones del parénquima, que es el tejido que rodea a los órganos, se consideran graves. La pielonefritis en el parénquima del riñón, y la prostatitis en el caso del parénquima de la próstata, por ejemplo, pueden hacer que la infección pase a la sangre, porque son órganos vascularizados. Cuando pasan las bacterias a la sangre se conoce como bacteriemia, y la bacteriemia ya cursa con fiebre. Por eso, siempre que tengamos una infección urinaria asociada a fiebre es obligatorio acudir a urgencias o ser valorado por un urólogo porque se corre el riesgo de llegar a una sepsis urinaria.
Otro síntoma a tener en cuenta es la hematuria. La sangre en la orina significa una infección avanzada, y además, puede deberse también a otro tipo de enfermedades más graves, por lo que es necesario acudir al urólogo. La sangre en la orina siempre debe tenerse como signo de alarma.
En el caso de la Hiperplasia Benigna de Próstata, ¿qué la causa? ¿Se puede tratar?
La Hiperplasia Benigna de Próstata es el crecimiento no maligno del tamaño de la próstata; y es bastante frecuente a partir de los 50 años.
La próstata tiene varias partes, la que causa la Hiperplasia Benigna de Próstata es el adenoma de próstata, que está en el interior de la próstata.
Por ejemplo, en una mandarina, la piel sería la cápsula de la próstata, y los gajos serían el adenoma. Conforme va creciendo ese adenoma va obstruyendo el centro, el canal de salida de la orina, y esto hace que cuanto más estrecho esté, más esfuerzo tiene que hacer la vejiga en vaciarse.
Cuando una obstrucción está evolucionada cursa normalmente con vejigas de esfuerzo. Con el tiempo llega a un punto en que empieza a claudicar en ese esfuerzo, y es cuando se empiezan a generar residuos post-miccionales, que es orina retenida dentro de la vejiga. Y esos residuos son un caldo de cultivo para las infecciones urinarias.
¿La causa de una Hiperplasia Benigna de Próstata? – La edad y la testosterona.
La próstata es un órgano que su tendencia natural es a que crezca, pero es verdad que no todo crecimiento de la próstata genera obstrucción. Hay próstatas muy grandes, que no son nada obstructivas, y próstatas muy pequeñas que son obstructivas. Depende de la anatomía y de cómo crecen hacia el centro de la uretra. Hay próstatas que crecen hacia fuera y esas no obstruyen nada, las que generan la obstrucción son las que crecen hacia dentro.
La Hiperplasia Benigna de próstata se puede tratar. Inicialmente, el primer escalón terapéutico siempre es un tratamiento farmacológico. En los casos en los que ya es refractario el tratamiento farmacológico pasaríamos a un tratamiento quirúrgico que siempre sería adaptado al paciente y a su próstata.
DATOS IMPORTANTES SOBRE INFECCIONES URINARIAS
- El 90% de las infecciones las produce el E-COLI
- Para que una infección se considere recurrente se tiene que dar dos o más veces en 6 meses o tres veces en un año
- El 50% de las mujeres tendrá una cistitis a lo largo de su vida
- Según informe del Centro de Información de la Cistitis, una de cada cuatro mujeres sufre algún episodio de cistitis al año
Recuerda lo más importante. Si estás sufriendo una infección urinaria ponte en manos de tu urólogo. Estamos aquí para poner el mejor tratamiento y mejorar tu calidad de vida.